"Llegar a ser, como el verbo hacerse en algunos de sus usos, expresa que el cambio va precedido de un proceso prolongado, tras el cual se produce. Ahora bien, no siempre la perífrasis llegar a ser puede ser sustituida por hacerse, dado que el cambio que se expresa con la perífrasis suele depender de factores externos a la voluntad del sujeto. El rasgo de voluntariedad, que caracteriza a las construcciones con el verbo hacerse y un sustantivo o adjetivo absoluto, es la que explica la imposibilidad de, por ejemplo, mi hermano se ha hecho presidente de Gobierno, dado que el ser presidente de Gobierno no suele depender únicamente de la voluntad de la persona que lo es.
Llegar a ser acentúa la importancia del cambio que se ha conseguido a través de un proceso prolongado, cuyos resultados no dependen exclusivamente de la voluntad del sujeto que cambia. Hacerse acentúa la gradación del proceso más que el cambio, cuando se construye con adjetivos relativos (es decir, aquellos que forman parejas de contrarios: grande/pequeño, alto/bajo, etc.), y el esfuerzo y la voluntariedad cuando se construye con sustantivos y adjetivos absolutos (es decir, aquellos que, o no tienen un contrario, como los adjetivos de color, o no indican distintos grados de una misma propiedad, como, por ejemplo vegetariano/carnívoro):
Él se ha hecho rico (Se acentúa el cambio gradual)
Él ha llegado a ser rico (Se acentúa el resultado del cambio)"
Tomado y adaptado de Margarita Porroche Ballesteros, Ser, estar y verbos de cambio. ARCO LIBROS (Madrid, 1988), páginas 135 y 140.
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