
Su actitud pasiva le permite observar todo, de tal forma que ataca siempre en el momento apropiado y en el modo adecuado.
Es consciente de su superioridad y no duda en utilizarla para impresionar a los demás.
Le gustan mucho los desafíos. Por eso, prefiere las luchas feroces contra adversarios tan fuertes como él, mientras le aburre pelearse con adversarios débiles.
El único modo de derrotar a un tiburón es ser un tiburón uno mismo y practicar hasta ser el mejor.
Julie B
No hay comentarios:
Publicar un comentario